No hay mejor aportación que la que hacen los propios lectores del blog. Lirios, una chica de 15 años aficionada a la lectura y escritura, es la autora de la reseña que transcribo. Mucha suerte para ella y para tantos jóvenes que aun queriéndose dedicar a las "ciencias" no dejan de lado su formación humanística.
“Y, sin embargo, contento”
“Estoy desolado. Y, sin embargo, contento.
Mi cabeza y corazón han explotado en cien ocasiones con el dolor sincero,
verdadero, de mal hijo que ha hecho sufrir a sus padres. Pero, al mismo tiempo,
doy gracias por lo que ha sucedido”.
Un libro que a
través del protagonista, Lucas Sendón, nos invita a la reflexión sobre el
carácter, la madurez, los amigos y familiares… La vida misma.
El autor,
Javier Arcas González, consigue dotar a sus palabras de tal sentimiento que el
lector es capaz de ponerse en la piel de los que sufren la historia: la
desesperación compartida de Berto con Lucas por ser mejores personas, la
aflicción de este último por no conseguir la madurez que quería a pesar de que
a muchos de sus compañeros les gustaría tener al menos una pequeña parte de
esta… Y ambos dos, enamorados de una chica.
Sintiéndome
realmente identificada con el personaje, el libro me atrajo desde el primer
momento. Teniendo en cuenta no solo mi mentalidad de adolescente en parte
atraída por este tipo de historias, y considerando mi gusto y afición por la
escritura, no puede faltar la crítica a la literatura de la novela. Una crítica
positiva porque considero que está realmente bien escrita.