La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa.
El poeta José Hierro manifiesta de esta manera la fuerza "abrasadora" del género lírico. Y es que el recurso a la poesía en las aulas no deja de ser un buen método para fomentar algunas dimensiones comunicativas, lingüísticas, lúdicas, culturales etc que contribuyen a la educación integral de los alumnos. La poesía nos abre a una nueva experiencia estética y enriquece nuestro lenguaje al mismo tiempo que nos hace imaginar realidades diferentes a las que solemos vivir. Aquí tenéis un famoso ejemplo.
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o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa.
El poeta José Hierro manifiesta de esta manera la fuerza "abrasadora" del género lírico. Y es que el recurso a la poesía en las aulas no deja de ser un buen método para fomentar algunas dimensiones comunicativas, lingüísticas, lúdicas, culturales etc que contribuyen a la educación integral de los alumnos. La poesía nos abre a una nueva experiencia estética y enriquece nuestro lenguaje al mismo tiempo que nos hace imaginar realidades diferentes a las que solemos vivir. Aquí tenéis un famoso ejemplo.