"El amigo invisible" es uno de esos clásicos navideños que no faltan en ninguna familia o en grupos de amigos y nos hace pasar ratos divertidos, bromas, y regalos sorpresa que nos crean expectación y a veces temor...
En el amigo invisible siempre está prevista una cierta cantidad de dinero, que se puede limitar, y a partir de ahí, cada cual puede elegir el regalo que suponga que más le gustará a su amigo invisible. Este año. ¿Por qué no apostar por la solidaridad entre los refugiados inmigrantes o por la ayuda a familias necesitadas de nuestro entorno?
Que no se asuste nadie, no se trata de destinar todo el importe a una obra benéfica – aunque se podría hacer – sino ofrecer una pequeña parte del presupuesto a ayudar a alguien que lo necesita, en nombre del amigo invisible.
Colaborar con algún banco de alimentos, hacer una pequeña aportación en alguna ONG de confianza o simplemente facilitar el trabajo a los pajes de una familia sin recursos, son gestos sencillos y muy fáciles que se pueden realizar incluso por 1€ o menos.
Este año el amigo invisible y la satisfacción de regalar, puede ser doble.