“Cuando ella se fue todavía lo vi más claro,
aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto, sin esperar
grandes cosas de la vida, eran sencillamente la felicidad”
El fondo gris
de la novela de Delibes representa lo cotidiano, la rutina diaria pero el rojo
de Ana, la esposa de un prestigioso pintor es la belleza y la plenitud de una
mujer que sabe amar con fuerza y discretamente, es “una mujer que, con su sola presencia, aligeraba la pesadumbre de
vivir”.
Una obra
maestra libre de sentimentalismos que habla de la vida y de la muerte a través
de la descripción de Ana en sus distintas facetas y aspectos de la vida. La verdadera
Ana, Ángeles de Castro, la mujer de Delibes
es la señora de rojo sobre fondo gris que con su prematura muerte
produce un impacto fuerte en la vida de su marido que se ve privado de su mayor
fuente de inspiración artística. “La
actividad creadora es imposible si alguien no te empuja por detrás, no te lleva
de la mano”.
El sufrimiento
del pintor por la detención de dos de sus hijos por motivos políticos, la
enfermedad y la muerte de su mujer, convierten esta obra literaria en una
auténtica historia de amor que esconde toda una lección de humanismo y de
madurez.