La historia de Julián, de R.J. Palacio, continuación de la exitosa novela La lección de August, habla de la posibilidad de cambio que todos los mortales poseemos. Julián no es un niño rebelde, no es retorcido, no es la imagen que pretender reflejar a su alrededor. Simplemente le gustaría ser tan popular como el curso pasado y un personaje muy extraño le ha robado esa condición. Julián, a través de la reflexión personal, es capaz de perdonar y olvidar el pasado, para quedarse con lo positivo del momento.
Esa oportunidad de cambio con la que Julián y sus padres se encuentran, recuerdan el libro Quién se ha llevado mi queso, de Spencer Johnson, un best seller de hace tan solo unos años, cuyas enseñanzas se pueden aplicar a todos los ámbitos de la vida.
Amobos recuerdan también una experiencia "obligada" para aquellos que buscan una regeneración, un punto y aparte, un poner a cero los marcadores. El camino de Santiago, en su auténtico sentido, y La historia de Julián, dos acontecimientos "artísticos" que hablan de la posibilidad (y necesidad) de cambio de actitud ante la vida.